domingo, 21 de octubre de 2007

El gruyère no tiene agujeros.

Para quien no lo sepa estoy en Suiza (PH 5.5), un sitio bastante chulo, ordenado, limpio, con el césped recién cortado... podríamos decir que civilizado. Me encuentro un poco triste porque todavía no he visto ninguna pelea de gallos* pero... bueno, aquí esas cosas no les gustan. Sin embargo si que he visto peleas de vacas (no es coña). Pero no se hacen daño ni hay sangre ni tercio de banderillas... La ganadora se lleva un cencerro de "Haute Couture" despertando una envidia animal entre sus congéneres. Se pelean porque las vacas de las montañas suizas tienen una jerarquía piramidal: la reina y las aspirantes; no me preguntéis cuáles son sus motivaciones, aqui los pastos son de primera.
Ayer estuve en Gruyère y visité (blasfemia hubiera sido lo contrario) el museo del Gruyère. Lamentablemente descubrí,¡oh cruel ignorancia!, que el citado queso no tiene agujeros. Yo, que tenía la ilusión de hacer mil y una preguntas para conocer, de una vez por todas, la razón de ese fantástico fenómeno. Me quedé helado al ver la masa compacta de 35 kilos que supone un queso estándar. Ni una sola imperfección, ni una sola burbuja... La imagen de la trampa de ratón, con su pedazo de queso esperando a que Jerry, Speedy González, Pixie, Dixie (¡Carmeeen!) Mickey Mouse... y otros tantos ratones de celuloide cometieran una fatal decisión, se rompió en mil pedazos. Teneis que comprender mi desasosiego, el queso del cine no es el Gruyère, debe de ser Emmental (o Emmentaler) y no podemos comparar la sonoridad del nombre. Ya veis, abatido por el descubrimiento no podré volver a mirar con los mismos ojos la mitificada imagen del queso esponjoso, cavernoso y sensual. Y es que soy víctima de una frase hecha como tantas otras veces... Cuando un policia dice"tiene más agujeros que un queso Gruyère" refiriéndose a un gangster en un charco de sangre... es ¡Mentira!... ¡Sucia, sucia y vil mentira!. Olvidémoslo, es demasiado doloroso continuar...

Dejando atrás mi desgarradora experiencia con el queso, puedo decir que el pueblo de Gruyères es un pequeño resort turístico con castillo, historia desde el s.XV o XVI y algún que otro rinconcito interesante. Presenta su toque friki (Geek, Freak... como gusten), hay un pavo que tiene un museo dedicado a esculturas de aliens y cosas satánicas (Que ni yo, ni la mayoría visitó, para ver cosas raras ya tengo a Carod, el de España y el de China). Igualmente el mismo individuo tiene una cafetería con motivos chungos que parece el interior de un bicho de esos, criaturilla inocente de algún planeta situado a unos cuantos años luz de Guadalajara (aproximadamente a la misma distancia que a Boo de Piélagos). Lo cutre e indignante de ese tecno-antro es lo siguiente: se nos ocurre pedir un chocolate (a un grupo de Erasmus y a mi) y con dos cojones nos ponen un chocolate de esos de sobre. ¡DE SOBRE! en la supuesta meca del chocolate, tienen el morro de ponernos algo más vil que un instantáneo. Y lo peor no fue eso, van y nos clavan cuatrocientas pesetas; esperemos que la broma acabe ahi y el tío no le diera por deslizar alguna espora de alien en esa consumición de chiste. ¡Cielos qué afrenta!, nos timan en un pueblo en el que habitaron descendientes de los caballeros del toisón de oro. Menos mal que luego pude comprar unas tabletas de chocolate suizo a precio de saldo para calmar mi espíritu. Por cierto, tanto anuncio de Victorinox (hay navajas "par tout") me va a acabar convenciendo. ¿Seguiríais siendo mis amigos si me comprara la navaja de MacGyver? no puedo resistirme más...

A la tarde y después de un paseito de una hora enfrentándonos a un frío solo comparable al de Torrelavega, León, Estalingrado y ciudades de similares características tocó la "Fondue de Fromage". "Flipatten" (¡como mola! en alemán del Poli). Y es que el artilugio ese de fundir queso está bastante bien. Hacía 14 años de mi última fondue de queso en Villefranche (Francia), y mis recuerdos no eran excesivamente gratos. Un infante glotoncete no conoce las consecuencias de ponerse ciego a queso y esperar que el organismo asuma la responsabilidad de procesar tanta grasa... Hay un capítulo de padre de familia... (detesto ser tan gráfico pero era estrictamente necesario). Lo dicho, con mesura y precaución disfrute de una fondue, hablando con una alemana de la historia de Internet y pensando lo absolutamente intrascendente que era aquella conversación, lo cojonudo es que para no tener que inventarse ella nada no hacia más que preguntar y yo mientras tanto imaginando valkirias de ropajes translúcidos... No puede ser, necesito una clase acelerada de lenguaje canallesco, picante y transgresor. Asumámoslo, con unos y ceros solo se puede ligar con las CPU's. De vuelta en el tren, intentándole explicar a un portugués lo que significa "Cierra la puerta que se escapa el gato" (se dejaban la puerta del vagón abierta y entraba un frío solo comparable al de usar frigopies como chancletas), reflexioné sobre la juventud, sobre lo que esperaba que fuera mi vida a esta edad y todas esas cosas sentimentales que suelen pulular en la mente de los románticos. (A ver si este blog lo lee alguna titi y se cuela por mí) Y concluí que a parte de las doscientas mil mujeres que no me he ligado hasta la fecha y que esperaba haberme ligado, todo ha salido más o menos bien. ¡Joder! estoy en Suiza y existen más posibilidades de camelarme a la hija de un banquero que de que me parta la crisma un meteorito.

La vida es bella.

Un saludo a todos los amigos que lean este blog, la próxima entrega de mis peripecias será dentro de tres o cuatro años, sean pacientes en la siguiente edición contaré con la colaboración de Ana Rosa.

*(Mensaje a PETA no me gustan las peleas de gallos, para comprender este chiste hace falta estar familiarizado con la filosofía de Groucho). Me gustan los toros aunque no me gusta el sufrimiento del toro. Pero bueno si los fumadores saben que fumar mata y les da igual, yo no soy ningún mounstruo por respetar y admirar la fiesta nacional. Perdonen el término "fiesta nacional" se que es polémico, pero hay plazas de toros en toda España y no es por casualidad. No se admiten comentarios sobre este particular. ¡¡¡Aqui he venido a hablar de MI vida!!!.

1 comentario:

Un esquimal onanista (como otro cualquiera) dijo...

¿El gruyére no tiene agujeros? ¡qué me dices!