Hoy voy a hablar de mi última visita por estas tierras del Señor: Basel (en alemán), Bâle (en franchute) o Basilea (en cristiano e italiano). Es una ciudad ya pegadita a Alemania (lo justo para no enterarte de una mierda de lo que dice la gente por la Strasse) y el último puerto accesible del Rin (más información en Wikipedia). Empezó el día de una manera un tanto tétrica, visitamos la catedral (creo...) y la particularidad de dicho lugar es que en el reposa el personaje que le da nombre al tinglao en el que me he metido. Por si alguien anda despistado, estoy de Erasmus y por lo tanto... visité la tumba de:
De ese lugar me quedé con una situación peculiar, una chica española quería hacerse una foto junto a la lápida y otra le decía con acento del sur que le daba mal rollo... No comment.
Este inicio un tanto chunguillo unido con el frío glacial del lugar no aventuraba nada bueno... y encima no me había hecho bocadillo. ¡Vaya putada!. Para colmo de males andaba más perdido que Evo Morales en una tienda de Armani y como intento aprender algo de franchute no suelo juntarme siempre con los españoles. Craso error... al menos al principio, porque me pasé todo el puto dia hablando en inglés. Bueno continuando con la visitilla lo siguiente fue cruzar el Rin en una barquichuela atada a un cable (Muy modesno y tecnológico) y mi mayor preocupación en ese momento era la de caer al agua, más que nada porque estaba en un tris de convertirse en hielo y no tenía un martini a mano y tampoco patines. El paisanete de la barca era bastante amigable y se refugiaba en una pequeña habitación: un camarote con un despacho en el que había una vela. Se le habían caído los plomos, pensé. Intenté ver un poco más adentro pero no, no había una calavera a modo de pisapapeles. Una lástima, le daría un toque a ese lugar tan absolutamente delicioso. Recapitulemos, una barca de madera, atada a un cable con un motorcillo que cruza el Rin, a tomar por culo en Basilea, en un sitio tétrico, aguas más frías que la mirada del poli y un camarote lleno de libros con una vela encendida... si tiene que haber una puerta hacia otra dimensión, ¡tiene que estar ahí!.
Por cierto para los que no lo conozcan os presento al Rin:
A que solo de verlo da frío. El agua se movía como a cámara lenta. Indicación inequívoca de que el estado de agitación de las moléculas que la conformaban era reducido y por lo tanto próximo al estado sólido.
(Como lea esto un físico me ata los dos tomos del Tipler a los pies y me tira al lago Leman.)
Dejando frikadas atrás el siguiente lugar que visitamos (por fuera) fue el ayuntamiento, aquí lo tenéis. Evidentemente no pude evitar el preguntar si habían ganado las elecciones los socialistas, al verlo lo comprenderéis:
Es un chascarrillo un tanto imbécil, pero era el único edificio rojo de los alrededores. Mis sospechas estaban bien fundadas.
Arrr! , se me olvidó mencionar que el pueblo estaba en fiestas, y no, no habían traído una orquesta ni una discoteca ambulante como en España. Ni siquiera una misera barra móvil donde enchufar garrafón al personal. Aquí la fiesta se resume en poner atracciones de feria por todos laos. Norias, casas del horror y demás artilugios para segregar adrenalina o para cambiar el frió por el miedo. Como mi bolsillo no esta para desperdiciar francos (aquí comer es caro) y como era un buen pretexto para no andar pagando torturas. Simplemente observé las máquinas del terror y descubrí con deleite que los suizos también gritan, menos que el resto de los humanos, pero gritan:
Como ya estoy harto de escribir os diré que la visita termino tomando otra cerveza en el único rascacielos de la ciudad, en una pseudo fiestecilla de dos horas ( había que volver cagando mistos al tren para llegar a Lausanne). El sitio era bastante impresionante, en plan VIP, aunque no estaba Pocholo pinchando y eso le quitó bastante Glamour. De esto voy a intentar poner otro vídeo, a ver si funciona. Y luego una foto y se acabó. Que ya no me queda ninguna golosina y me estoy aburriendo de decir chorradas. A demás corro el riesgo de que alguno de vosotros ¡oh lectores carísimos! me espetéis el tan de moda ¿Por qué no te callas?. Juas.... No lo he podido evitar... He estado apunto de olvidarme. Que gran monarca el Bourbon digoo... Borbón. (Ojo, en francés es Bourbon como la bebida) :
Ya se que no se ve un pimiento pero es que estaba a contraluz.
Un abrazo a todos y perdonad faltas de ortografía y demás que tengo sueño y es muy tarde.